Lo primero que hay que tener en cuenta es que la enfermedad celiaca nos afecta a cada uno de forma diferente, aunque a todos nos provoca inflamación intestinal la ingesta de gluten. Por eso aunque un celiaco asintomático no experimente síntomas externos, también deberá llevar igualmente una dieta sin gluten estricta y de por vida. De ahí que sea fundamental evitar la contaminación tanto en casa como fuera.

Los expertos recomiendan para conseguir recuperarnos de una contaminación por gluten la hidratación constante y dieta blanda.

El agua es fundamental tanto para ayudar al organismo a eliminar las toxinas como para evitar la deshidratación que se puede producir en caso de que haya diarreas, vómitos. Hay muchas maneras de incluir agua en nuestra dieta, puede ser mediante la propia comida, como frutas o verduras, o mediante infusiones como manzanilla o menta que harán más livianos los síntomas que se puedan manifestar. El agua con limón es una buena idea ya que el limón es astringente y ayuda a frenar la diarrea, pero siempre teniendo en cuenta que tiene que haber suficiente agua para hidratar el cuerpo.

La dieta blanda es uno de las prescripciones más habituales y efectivas cuando hay problemas digestivos. La duración de esta dieta variará dependiendo de cada caso de contaminación y lo que estime el médico.

Como paso posterior a la dieta blanda, ya que nuestro cuerpo ha sufrido una reacción inmune del propio organismo, deberemos de realizar una introducción paulatina de la dieta sin gluten habitual para que el organismo vaya adaptándose de una manera lo menos brusca posible.