El diagnóstico tardío de la enfermedad celíaca puede tener importantes repercusiones en la salud de los pacientes, por lo que es crucial identificarla de manera temprana. Se sabe que lo síntomas de la enfermedad pueden variar ampliamente, lo que dificulta a veces su detección. Algunos pacientes experimentan síntomas digestivos, sin embargo, también pueden manifestar síntomas extradigestivos.

Es preocupante que la enfermedad celiaca esté infradiagnosticada ya que el bienestar del paciente fácilmente se podría solucionar eliminando el consumo de gluten en la dieta. Estudios han revelado que, por cada paciente celiaco diagnosticado, existen entre 5 y 10 pacientes no diagnosticados. Esto se debe en parte a que algunos individuos pueden presentar síntomas atípicos o incluso ser asintomáticos, lo que dificulta su detección. Como resultado son muchos los pacientes que pueden pasar años sin saber que tienen la enfermedad, lo que conlleva un retraso significativo en el inicio de un tratamiento adecuado.

Se estima que el tiempo transcurrido desde la aparición de los síntomas hasta el diagnóstico puede superar a los 10 años en algunos casos. El diagnostico tardío se divide entre el período de tiempo que el paciente tarda en identificar los síntomas hasta acudir al médico y el tiempo que el doctor tarda en diagnosticar al paciente desde la primera visita.

El diagnostico tardío de la enfermedad celiaca no solo afecta a los pacientes asintomáticos, sino que también tiene un impacto negativo en los pacientes sintomáticos no diagnosticados. Estos pacientes suelen hacer un uso más frecuente de los servicios de atención médica y pueden requerir tratamientos farmacológicos para abordar esos síntomas, lo que aumenta los costos tanto para el sistema de salud como para los propios pacientes.

Es necesario mejorar la comprensión de la enfermedad celíaca como un problema de salud frecuente, y es crucial concienciar sobre la enfermedad tato en pacientes como en algunos médicos para que adquieran un mayor conocimiento acerca de la diversidad de la enfermedad y no se produzca una interpretación errónea de los síntomas o la atribución de estos a otras afecciones. Además, se debe intensificar la búsqueda activa de casos mediante la realización de pruebas de detección masivas para detectar la enfermedad en aquellos grupos de mayor riesgo.