En el momento del diagnóstico de la Enfermedad Celíaca, la premisa que se debería seguir es: comer sin gluten, seguir una alimentación sana y equilibrada, y evitar la contaminación cruzada y la ingestión inadvertida de gluten. Sin embargo, existen ciertas condiciones que son causantes de la persistencia de los síntomas, aún después de iniciar la Dieta Sin Gluten:

  1. Ingesta de gluten continúa

En muchas ocasiones, puede ocurrir que la ingesta de gluten continúe debido a alimentos que contienen gluten que pasan inadvertidos en nuestra dieta. También, es frecuente la creencia de que una pequeña ingesta de gluten no es perjudicial. Así, encontramos tres perfiles de personas:

  • La persona que piensa: “Un poco, no me hará daño”
  • La persona que encuentra difícil detectar aquellos productos sin gluten.
  • Los celíacos asintomáticos, que al no manifestarse los síntomas, suelen presentar más transgresiones en la dieta.

Es importante recordar que la ingesta pequeñas cantidades de gluten (superiores a 20 ppm) son capaces de mantener el proceso inflamatorio activo. De esta forma, aun siendo asintomático, el celíaco mantiene un deterioro de su salud intestinal, a pesar de la ausencia de síntomas.

  1. Intolerancia a la lactosa

Los celíacos recién diagnosticados y, frecuentemente, los pacientes celíacos con sensibilidad al gluten, presentan las vellosidades intestinales atrofiadas. Esto ocasiona que la enzima encargada de digerir la lactosa, la lactasa, esté “desaparecida”, ocasionando molestias intestinales que hacen que los síntomas persistan.

  1. Deficiencias de nutrientes

Es frecuente, que el momento del diagnóstico de la Enfermedad Celíaca los pacientes hayan estado expuestos al gluten durante un largo período de tiempo. Este retraso en el diagnóstico de la celiaquía puede haber provocado que dichos pacientes hayan pasado durante un período de malabsorción de nutrientes, vitaminas y minerales (hierro, vitamina D, vitamina B12, etc.). De forma que, pueden aparecer otras deficiencias nutricionales cuando se diagnostica celiaquía, que pueden ocasionar que los síntomas persistan.

  1. Otras sensibilidades o intolerancias alimentarias

Algunos síntomas como la fatiga, dolores articulares, erupciones o problemas digestivos pueden manifestarse como consecuencia de la intolerancia a otros alimentos que estás consumiendo. Algunos alimentos que, por lo general, pueden ser problemáticos son: los productos lácteos, la soja, los huevos, los frutos secos, las solanáceas, y el maíz.

  1. El sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO)

El sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO) es un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado. El SIBO causa problemas en el sistema digestivo y en el bienestar de una persona. Este sobrecrecimiento bacteriano intestinal puede ocurrir por varios motivos: mala motilidad en el intestino, bajo ácido estomacal o mala función de la enzima pancreática.

 

Fuentes:

Dukowicz, A. C., Lacy, B. E., & Levine, G. M. (2007). Small intestinal bacterial overgrowth: a comprehensive review. Gastroenterology & hepatology3(2), 112–122.

Lactose intolerance. Coeliac UK. Disponible en: https://www.coeliac.org.uk/information-and-support/coeliac-disease/conditions-linked-to-coeliac-disease/lactose-intolerance/

López, C. (2017). Carencias nutricionales asociadas a la dieta sin gluten. Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten. Disponible en: file:///C:/Users/biome/Downloads/RSG06_CARENCIAS%20(1).pdf