La adherencia a la dieta sin gluten es la clave del éxito del tratamiento en la Enfermedad Celíaca. Si no se sigue una dieta estricta de por vida, aumenta el riesgo de complicaciones asociadas a largo plazo.
De acuerdo a diferentes estudios, la ingesta de gluten, ya sea voluntaria o involuntaria, es frecuente entre los pacientes celíacos. Se estima que casi un 90% de los celiacos podría ingerir gluten, al menos una vez al mes.
Seguir una dieta sin gluten día tras día es difícil pero, en cualquier caso, es importante evaluar el grado de exposición al gluten en los hábitos diarios o de las circunstancias cambiantes del entorno (por ejemplo, tras comidas fuera de casa, en el trabajo o en el colegio).